miércoles, 1 de abril de 2009

Reflexiones de un Padre

Hace unos años publiqué un artículo en la revista del colegio de mis hijas en referencia a la ineptitud de la mayoría de los jóvenes de hoy en día. Y ahora, al hilo de la actualidad con tanto Bolonia de por medio creo que sería bueno reproducirlo aquí y comenteis sobre él si llevo razón o nó en lo que decía hace cuatro años. El título del artículo era el mismo que le he puesto al post

"Hace años que no escribo nada; y ahora, a la hora de redactar éste artículo, no encontraba un tema que me resultara idoneo para una revista colegial(¡con la de revistas en las que he escrito!). Pero,como siempre ocurre, al final surge la chispa.

Iba a acostarme y echar mi rato de lectura(ejercicio sano para cuerpo y mente) cuando, al acercarme al dormitorio de mis hijas para hacerlas dormir, mi hija mayor me dice: “papa, es que tengo cuatro días para leerme este libro”. Me quedé horrorizado. Creía que leía por voluntad propia como yo esperaba haberle inculcado.¡Qué equivocado estaba! En ese momento pensé:¿Hacia dónde va una generación que solo lee por obligación?¿Cómo se enfrentarán a una vida en la que quien no sabe nada no es nadie? La respuesta era obvia: Hacia el nuevo analfabetismo lingüistico y cultural.

Hace unos años quien no sabia leer era analfabeto; hoy en día, hay ejercitos de analfabetos que saben leer,¿Qué cómo es eso? Muy sencillo, ahora todo el mundo sabe leer; pero con leer no basta.¿De qué sirve saber leer la palabra anquilosado si no se sabe su significado? La sociedad actual cada vez nos pide más conocimientos y las nuevas generaciones utilizan ordenadores, internet, dvd, playstation... Pero todo esto es insuficiente si detrás no estan unos conocimientos básicos que son la lectura y la práctica de la imaginación. Venimos de una generación que rompió reglas; nos hicimos a nosotros mismos; juramos que aprenderiamos de los errores de nuestros padres y que nuestros hijos tendrían nuestro apoyo en todo; ya no seriamos simplemente padres, sino colegas de nuestros hijos.¿Y en qué nos hemos convertido? Hemos pasado de esclavos de nuestros padres a esclavos de nuestros hijos. Si antes haciamos lo que los padres decían sin rechistar; ahora hacemos lo que nos dicen los hijos, discutiendolo, pero, al final, hacen de nosotros lo que quieren y tienen de todo.¿De todo? No. Les falta lo más importante, el aliciente, la chispa. Antes se jugaba en la calle, vale que no había otra cosa; hoy juegan en casa con la play o el ordenador, pero nadie les dice que la calle sigue ahí. Y si alguien se lo dice es porque en la puerta está la moto de turno dispuesta a correr como loca por las calles.¿Y el encanto del paseo? Simplemente ya no existe.

Y os preguntareis que todo esto a dónde nos lleva. Pues a una reflexión que creo que deberiamos de hacernos todos los padres con un claro fin: nuestra segunda revolución. Si antes hicimos una revolución con nuestros padres y cambiamos normas y pautas de conducta; ahora es el momento de hacer lo mismo, pero con nuestros hijos. La tarea no es sencilla, pero creo que no imposible; solo es cuestión de plantearselo claramente y ponernos manos a la obra, sin miedo alguno. Si os sirve de algo este artículo, creo que una buena forma de comenzar la tarea es inculcando a nuestros hijos el sano hábito de la lectura (no olvidemos que los niños absorben la información mucho más rápido que los mayores). De éste modo puede que consigamos algo positivo: despertar la imaginación y hacer que busquen y descubran los valores perdidos. Algo que, con el tiempo, descubrirían que tiene más valor que una vida llena de valores materiales que, al fin y al cabo, no conducen a nada. Bueno, sí, a la frustración de una vida vacia y sin sentido.

Solo espero que estas lineas sirvan a alguien para reflexionar un poco y tomar la iniciativa. Demostremos a nuestros hijos el por qué fuimos la generación del cambio (no político) de la España que nos ha tocado vivir. Sinceramente, somos capaces.

Por cierto; anquilosado significa: “persona o institución que no adelanta en sus actos o acciones buscando una mejora en sus actividades que puede venir dado en algunos casos por dejadez o falta de estimulos”".

Saludos desde Tauri y espero vuestros comentarios. Buenas noches y buena suerte.


2 comentarios:

jomadogi dijo...

Bueno...Buen post. Totalmente de acuerdo. Me ha llamado mucho la atención la parte en la que se dice que éramos esclavos de nuestros padres y ahora lo somos con nuestros hijos.

Trabajo con niños y lo veo todos los días. Observo cómo un niño de 5 años se dirige sin respeto a sus padres que sólo intentan negociar con ellos lo que quieren conseguir...Una pena.

En unos meses si no ocurre nada voy a ser padre y me da ya miedo como está el patio...yo me apunto a esa revolución que desde Tauri nos hace llegar nuestro blogger.

saludos y a reflexionar sobre el tema que es peliagudo...

tauri dijo...

Pueda que parezca dramático, y realmente nos debería de parecer así, pero poco a poco todo esto podría cambiar. Lo que sí está claro es que no sirve de nada quejarnos si no hacemos nada al respecto. Así que apliquemonos el cuento y a ponerse manos a la masa.